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Este verano hemos tenido un grupo que, como final de etapa de su experiencia, eligió Casa Massa.
Estuvieron una semana por la montaña, haciendo ruta y durmiendo al raso cada noche. Comiendo en algún caso de lo que provee la montaña y casi cada día con avituallamiento.
La semana fue muy intensa, incluso con alguna baja, aunque sólo por un día. Hacían la dieta del origen o también paleodieta.
Nos eligieron, entre otras cosas, porque nos gusta adaptarnos a las necesidades de cada grupo y también conocer dietas nuevas. Hasta ahora habíamos cocinado para celíacos, vegetarianos y veganos, pero no nos habíamos adentrado en la dieta paleolítica o paleodieta.
Básicamente evitan todos los hidratos de carbono, por lo que el cuerpo quema la grasa que tiene, para funcionar. Durante esta semana llevan el cuerpo a un extremo, tanto físico como psíquico, para hacer una gran depuración y coger energías para todo el año.

Era un reto y todo un entrenamiento, ya que las otras dietas las tenemos bien clasificadas. Esta pero hace una mezcla de las otras y como siempre, hay que tener cuidado con los alimentos ‘prohibidos’.

Hay partidarios y detractores, como en todas las dietas, pero sí es interesante conocer sus motivaciones, las explicaciones científicas y sobre todo ver como el cuerpo se adapta a situaciones extremas, respondiendo bien. Se trata de hacerlo con asesoramiento médico y conocimiento del propio cuerpo, cambiando estereotipos y costumbres que tenemos muy arraigadas.
Nos gustó mucho participar del proyecto y esperamos poder seguir colaborando el próximo verano.