
Excursión guiada a Clots de Rialba (Bonaigua)
¿Por qué hacer una excursión con guía? Si la montaña siempre está, si puedo salir a la hora que quiero y con un mapa ya llego …
Pues sí, es verdad, pero a medias. Los guías nos ayudan a encontrar el mejor día para ir al lugar que queremos, porque cada rincón tiene su época del año. Nos aconsejan sobre la hora de inicio y nos marcan el ritmo y el itinerario, sin pérdida, porque así aseguran que llegamos a destino en condiciones o recomiendan cambio de recorrido.
Y sobre todo porque nos muestran la riqueza de fauna y flora que solos, difícilmente conseguiríamos ver.
La salida a Clots de Rialba con Obaga fue un claro ejemplo. Subimos sin casi darnos cuenta e hicimos un recorrido de 5 horas con un cansancio relativo. El paisaje fue espectacular y fuimos descubriendo muchas plantas que quizás sólo conocíamos de nombre: claveles de pastor, arándanos, rododendros, pulsatilla y plantitas carnívoras. Es un rincón de naturaleza en estado puro, magnífico.
Al principio encontramos caballos y al final, con ayuda del guía y los prismáticos: buitres, ciervos y rebecos!

Otra vez, huerto
Como cada año, volvemos a hacer huerto. Ya se ha convertido en la rutina de la primavera, esperando con muchas ganas el mes de mayo y el buen tiempo, para plantar. Y como hace años que es así, ya se me pasaba de explicarlo.
Y parece que siempre es igual, pero cada año es diferente.
Vamos rotando un poco las verduras, hemos cambiado de lugar el invernadero y hacemos algunas pruebas con verduras que el año anterior no han funcionado. Aparte de esto, también es muy importante el clima. Algunos mayos han sido tan fríos que se ha helado lo que habíamos plantado, por atrevidos.
Los vecinos ya nos avisaron que antes del 15 de mayo, plantar nada, era jugársela.
Y sí, algún año, sí.
Tenemos ganas de huerto y calorcito después del largo invierno, pero no se puede tener prisa si no quieres volver a plantar …
Es trabajo que nos vamos repartiendo, pero los ratos de calma y la verdura con sabor a verdura que comemos, lo compensa.
Va muy bien para despejar la cabeza, relajarse y cansarse físicamente. O sea que además de sano, es terapéutico!
Hay los clásicos: lechugas, escarolas, coles, tomates, calabacines y patatas moradas. Este año además, tenemos muchas fresas y grosellas a punto de recoger!